domingo, 18 de junio de 2017

En el país de la no libertad

Hoy escribo en los medios del Grupo Noticias (Noticias de Gipuzkoa y DEIA) mi columna quincenal #MirarHaciaOtroLado. Hoy la dedico a la censura en Tailandia o, más precisamente, al delito de Lèse Majesté (Laesa maiestas o Laesae maiestatis). ¿Sabes lo que es? Te animo a averiguarlo.



 http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/06/18/mundo/en-el-pais-de-la-no-libertad 
#MirarHaciaOtroLado



En el país de la no libertad





Quienes han tenido la suerte de visitarlo dicen que Tailandia es un país bellísimo. Playas, templos, paisajes, culturas, gastronomía y otros atractivos hacen de este país el que más turistas atrae de todo el sudeste asiático. El turismo sexual, parece atraer también a un número no despreciable de turistas (el número es el que no me parece despreciable, aclaro).





Tras estas imágenes de playas paradisíacas se esconde un país políticamente muy difícil. Hace tres año un nuevo golpe de estado colocó a una junta miliar al frente del gobierno. Lo que permanece en el país desde antes incluso de llamarse Tailandia, cuando aún era Siam, es la monarquía de los Chakri, que reinan desde mediados del siglo XIX.





Si ustedes fueran tailandeses se guardarían muy mucho de hacer ningún comentario sobre el monarca o su familia o sus amigos o, por si acaso, cualquier cosa que directa o indirectamente tenga que ver con él o lo pueda parecer. La cárcel podría ser su destino más directo si su comentario es entendido por el régimen militar como inadecuado.





La figura del delito de Lèse Majesté (Laesa maiestas o Laesae maiestatis), es decir, el delito de injurias a la monarquía, es un clásico de los códigos penales, incluso en algunas de las democracias más consolidadas. En principio no se puede decir que la existencia de semejante delito en un código penal, por sí mismo sea contrario a los derechos humanos o los principios democráticos. El problema aparece cuando se emplea no para perseguir indebidas injurias, sino para eliminar la oposición o la libertad de expresión o cualquier formas de crítica legítima a la monarquía





El caso es que en Tailandia este delito se interpreta de una forma muy extensiva y la aplicación de esta norma se convierte en una forma muy dura de censura y de persecución penal de actividades legítimas de opinión o de participación en la vida cultural del país.



Hay blogueros detenidos, páginas cerradas, conexiones a Internet limitadas. Hay miembros de grupos de teatro en prisión por preparar obras en las que se hablaba de la monarquía o incluso en las que se trataban historias que podían ser interpretadas como alegorías o referencias, más o menos veladas, a la cuestión. Hay novelistas y ensayistas detenidos. Hay obras de profesores internacionales prohibidas por tratar desde un punto de vista académico la cuestión. Hay libros de reportajes o periodísticos igualmente prohibidos. Hay incluso traductores de ensayos internacionales detenidos por procurar acercar esas obras al lector tailandés en su propio idioma.





Una persona ha sido condenada la semana pasada a 70 años de prisión por colgar en su cuenta de Facebook 10 fotos de la familia real con comentarios que han sido interpretados como difamatorios. El acusado ha conseguido reducir su sentencia a 35 años previo paso por la humillación de reconocer públicamente su culpa.





En la última década son más de 100 casos anuales de este tipo, con condenas que van desde los 10 a los 30 años. La ONU ha denunciado que estos casos se juzgan ante tribunales militares sin las debidas garantías de un proceso justo.





Thai significa en lengua tailandesa “libre” o “libertad”. De ahí que Tailandia pueda traducirse como 'país de la gente libre' o “tierra de la libertad”. Si va a hacer usted alguna broma al respecto, le aconsejo que la haga antes o después del viaje, pero mientras visita el país de la libertad mejor se autocensura usted un poco. Por si las moscas.

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